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La composición y calidad carnicera en ovinos se puede medir a través de la ecografía, al igual que en el vacuno, también se puede medir la grasa del anca, grupa o cuadril, así como la grasa intramuscular o “marmoleado” en algunas razas ovinas (indicador de Calidad de la carne porque se relaciona con mayor terneza y sabor).
Esta tecnología es una de las tendencias actuales que se utiliza como herramienta en los sistemas de comercialización con alto valor agregado, y no solo se aplica en los bovinos, sino que también puede ser utilizada con resultados similares en los ovinos, los caprinos y los porcinos. Consta en la medición ecográfica de la grasa de cobertura o subcutánea a nivel del lomo (GC) y el área de ojo del lomo o bife (AOB) (músculo longis-simus dorsi). También puede medirse adicionalmente la profundidad del lomo.
Esta concepción se aplica en dos puntos de la cadena productiva de la carne, que sin duda están ligados por múltiples factores: en la primera línea de selección de los animales de las razas de carne, y en los que comercializan el animal terminado para consumo humano. Sabemos que en las granjas genéticas o los pies de cría de razas carniceras y doble propósito (ovinos, caprinos y bovinos), al realizar la selección de los reproductores y de su progenie, se evalúan una serie de parámetros productivos: aplomos, fertilidad, habilidad materna, peso al nacer y al destete, ganancia diaria, entre otros.
Sin embargo, son de capital importancia, aquellos parámetros que están directamente relacionados con la producción de carne, la terminación y la calidad de las canales.
Justamente, la ecografía contribuye en estas mediciones, que se relacionan fuertemente con esos aspectos productivos, teniendo la posibilidad de iniciar los procesos de selección por el potencial carnicero desde muy temprana edad.
Además, estos parámetros que seleccionamos (AOB y GC) cuentan con muy buena heredabilidad (0.4 aproximadamente), y junto a otros aspectos productivos, pueden ser incluidos en las Diferencias Esperadas de las Progenies (DEP’s) que, sin duda, son una herramienta fundamental para realizar el mejoramiento genético en forma rápida y segura.
En virtud de ser una técnica no invasiva, no vamos a necesitar un manejo muy especial, ni condiciones o comodidades especiales para este estudio.
Solo se debe inmovilizar el animal, tener buen acceso a las zonas de estudio, que son la región de las últimas costillas en el lomo, y para obtener un buen contacto acústico, se utiliza aceite vegetal común de uso doméstico, que no perjudica al animal, ni al operador, ni el transductor, y, además, es práctico y económico. El equipamiento a utilizar, debe contar con un transductor o sonda de ciencias animales, especialmente diseñado para esta tarea.
En la canal ovina, el Rack o “Espinazo” es el corte más valioso, y la selección de reproductores y de animales para faena con mejor área, sin duda redunda en un mayor peso de esta región y de este corte. Existe una muy alta correlación entre el área del lomo o chuleta y la cantidad de carne que hay en la canal.
La Ultrasonografía o Ecografía ha resultado en los últimos tiempos, una herramienta de gran ayuda al veterinario, ya que es una técnica no invasiva ni cruenta, mediante la cual se puede optimizar y mejorar la evaluación de los eventos reproductivos en los animales de interés productivo, así como ha demostrado ser la tecnología más segura para pronosticar la composición y calidad carnicera en los animales vivos.
Sus aplicaciones en esta área van, desde la selección a temprana edad en los animales de pedigrí y en sus progenies, hasta la calificación de los animales para faena.
Todos los procesos reproductivos pueden ser monitoreados por el ecógrafo, desde la dinámica de las ondas foliculares (incluso en ovinos), la determinación de la ovulación, el diagnóstico de las patologías de ovarios y útero, la detección precoz de la preñez y del sexo del feto, así como las pérdidas embrionarias tempranas.
Además, resulta una herramienta muy útil, tanto para los trabajos en establecimientos criadores, en los programas de reproducción comercial, así como para investigación.
En nuestros días, los productores de carne deben manejarse con un gran criterio económico, planificando esa producción y el presupuesto que la misma implica.
La técnica de la Ecografía o Ultrasonografía, se convierte así en una herramienta de gran ayuda para aquellos que buscan los mejores niveles de producción, y permite el control de dichos procesos productivos. De esta forma, se reduce la cantidad de animales improductivos, se seleccionan los mejoradores de las razas carniceras, y conjuntamente, las técnicas que se basan en esta tecnología, permiten que la calidad y cantidad de carne producida, sea un parámetro manejable por el productor moderno.
La objetividad y mayor precisión que muestra la Ecografía frente al productor agropecuario, son claves en la elección por parte de los profesionales más tecnificados, ya que permite mayor celeridad y determinación en la toma de decisiones, y como dice la famosa frase…”EL TIEMPO ES ORO”.
Este artículo es creado gracias al aporte de Omar G. Bellenda Doctor en Medicina y Tecnología Veterinaria- Especialista en Reproducción y Ultrasonografía Uruguay.
Este artículo corresponde a la Revista Sheep & Goats. Puedes conocer todos sus artículos haciendo clic aquí si quieres acceder a la Revista.
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